Cristina Paola Escorcia González, asesinada y enterrada en el patio de su vivienda en el municipio de Ponedera, fue madre en su corta vida y también víctima de violencia en dos relaciones. En la última, habría perdido la vida.

La joven madre, de 19 años, vivió en medio de episodios dolorosos cuando salió del seno de su hogar, según relataron familiares a Zona Cero. 

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A muy temprana edad, Cristina formó una familia con el padre de su hijo de más de dos años. Vivieron en Bogotá por varios meses en 2024, pero Cristina ya venía siendo víctima de agresiones físicas. 

El 10 de julio de 2024 lo denunció ante la Fiscalía del municipio de Santo Tomás por el delito de violencia intrafamiliar. Estando en la capital del país, siguió recibiendo maltratos físicos que la obligaron a dejar al papá de niño y regresar a su tierra a mediados del mes de diciembre.   

“Ella vivió un tiempo en Bogotá, tuvo una relación con el papá de su hijo. Duraron varios meses, pero por cuestiones familiares, ella se vino para acá a mediados de diciembre y se quedó donde mi papá. El esposo se vino de allá a buscarla pero ella dijo que no, que ella no quería vivir más con él y decidió separarse”.

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Lejos del agresor y la violencia que dejó atrás, Cristina comenzó una nueva relación con otra persona, con quien residía en la vivienda donde fue hallada sin vida. Hoy es el principal sospechoso del crimen. 

“Los vecinos les dijeron a mis papás que ella vivía con un muchacho, quien es el sospechoso de lo que sucedió”, manifestó Javier.

El señalado responsable no aparece y se desconoce su paradero desde el mismo día que Cristina desapareció. 

“La comunidad dijo que ella estaba desaparecida hace tres días porque no la habían visto y era una persona conocida en el pedacito donde ella vivía. Comenzaron a sentir un fuerte olor, pudrición y los vecinos comenzaron a mirar qué era lo que había pasado y se dieron cuenta de que en uno de los patios estaba el terreno movido, como si alguien hubiese excavado. Comenzaron a revisar y desgraciadamente era mi hermana que estaba sepultada en el patio donde ella vivía”, sostuvo Javier. 

El crimen de Cristina no solo enluta a su familia, sino también a todo un municipio que rechaza la violencia contra la mujer.